“¡Inicialmente, pensé que solo era una pizza dañada!” dice Eddie DeJesus, describiendo su llamado a Florida, poco después de retirarse temprano de la fuerza policial en la ciudad de Nueva York. “No conocía un alma en Florida. Pero lancé un montón de vellones de lana, y el Señor lo dejó absolutamente claro.”
Eddie había participado en la plantación de iglesias con La Alianza en Nueva York y conocía que ese era el llamado continuo de Dios en su vida. Él no tenía un plan de que hacer cuando llegara a la Florida con su esposa y tres hijos, pero Dios ya estaba trabajando en eso.
Él se enteró más tarde, que el mismo día que él se sintió el llamado para relocalizarse al Estado del Sol, líderes de la Primera Iglesia Alianza de Port Charlotte comenzaron a orar para que Dios les enviara un líder para plantar una iglesia—New Hope Community Church (Iglesia de la Comunidad Nueva Esperanza) en el pueblo cercano de North Port (Puerto del Norte). Creían que Eddie había sido enviado a ellos para este propósito, y él aceptó inmediatamente la posición.
Las Dificultades Conducen a una Nueva Visión
A los tres años y medio de ser plantados usando una escuela local, New Hope (Nueva Esperanza) estaba creciendo con unos 350 miembros. Fue en ese momento que la junta escolar decidió que no querían tener iglesias en sus instalaciones.
Eddie sintió que este era el final de Nueva Esperanza. Pero cuando una iglesia presbiteriana cercana ofreció su edificio, Nueva Esperanza aprovechó la oportunidad y prontamente compró la propiedad.
Sin embargo, el edificio estaba en tan mal estado que la mayoría de la comunidad pensó que había sido abandonado. Para empeorar las cosas, durante la transición a las nuevas instalaciones, Eddie perdió a todo su equipo de liderazgo y a la mitad de la congregación.
“Estábamos dando nuestra sangre por Jesús, cuando todo se vino abajo,” dice Eddie. “Entonces me di cuenta del problema—sólo algunos estaban trabajando para edificar una gran iglesia.”
“Decidí entonces que ni siquiera íbamos a hablar sobre la edificación de una gran iglesia. El enfoque nuestro sería reducir los perdidos en nuestra ciudad. Nosotros Íbamos a invertir en personas, desarrollando hombres y mujeres creyentes para trabajar en la cosecha para la gloria de Dios en nuestra ciudad. “
Equipando para Expandir el Reino
Con este nuevo enfoque, Eddie decide comenzar un internado de plantar iglesias para comisionar líderes efectivos de Nueva Esperanza. Cada líder potencial pasaría de dos a tres años en una relación de mentoría cercana con Eddie, para ser entrenado en teología y en cómo dirigir una iglesia. A través del programa, algunos terminaron siendo plantadores de iglesias y otros fueron desarrollados como lideres para apoyar a esos plantadores.
“Si estas equipando al Cuerpo, si los tienes comprometidos con la Palabra de Dios,” dice Eddie, “entonces hay un crecimiento natural del Reino por el poder del Espíritu Santo.”
Cuando comenzaron el programa, la congregación promediaba entre 180 a 200 personas. Cada vez que ellos plantaban una nueva iglesia, ellos enviaban una porción significativa de la congregación a la iglesia nueva para que fuera saludable. Sin embargo, cada vez que plantaban, la congregación de Nueva Esperanza crecía de vuelta a su tamaño original en unos pocos meses.
Hoy tienen 450 miembros que participan activamente en el trabajo del Reino a través de plantar iglesias, así como algunos Ministerios de Ayuda como el de alimentar a 300 familias empobrecidas semanalmente y cuidar de los adictos. A través de estos ministerios de alcance, entre 40 a 50 nuevos creyentes han sido bautizados y discipulados cada año durante la última década. “Ha energizado a la congregación. La pasión engendra pasión,” explica Eddie.
Desde el inicio de este programa, Nueva Esperanza ha comisionado a tres líderes: uno pastorea su propia congregación y dos están liderando otros campus de la iglesia que eventualmente serán autosuficientes. Estas iglesias plantadas llegan a personas a las que Nueva Esperanza no podría alcanzar por sí misma, incluyendo el ministerio a hispanoparlantes a través de la iglesia hispana.
“Vale la pena cada riesgo para hacer lo que sea necesario para alcanzar personas para Jesús,” dice Eddie. “Yo te garantizo que hay personas perdidas en tu ciudad y hay personas en tu congregación que quieren ser equipados, empoderados, y enviados para el trabajo del Reino para la gloria de Dios.”
El Domingo de Plantación de Iglesias es un día para celebrar iglesias como Nueva Esperanza y participar más en lo que Dios está haciendo en Su Reino a través de la plantación de iglesias en La Alianza. ¿Considerarías tú en oración tomar un riesgo lleno de fe para unirte a la gran familia de la Alianza en este movimiento por Jesús?